La cooperación es el acto de trabajar juntos en beneficio de todos los implicados, contrario a competir para obtener un beneficio personal. La competencia tiene su lugar, pero la cooperación es la columna vertebral de nuestras familias, comunidades y culturas. Enseñar a los niños la cooperación prepara el camino para relaciones sanas, productividad y un sentido de ser parte importante de algo más grande que ellos mismos. Por supuesto, enseñar a un bebé o a un niño pequeño a cooperar tiene sus desafíos, pero hay maneras de incorporar constantemente lecciones de cooperación en su día a día.
Beneficios de la cooperación
Antes de explicar cómo enseñar a los bebés y niños pequeños a cooperar, veamos las razones por las que enseñamos la cooperación. La cooperación ayuda a los niños a:
- Comprender el trabajo en equipo y las habilidades de resolución de problemas colectivos
- Construir confianza con otros
- Aprender empatía
- Sentirse a salvo y seguro en sus entornos
- Vincularse con sus compañeros
- Aprender habilidades pro-sociales
- Mejorar las habilidades de lenguaje y de comunicación
- Sentir un sentido de pertenencia
- Formar relaciones saludables
Básicamente, ¡la cooperación saca lo mejor de nosotros! Para cooperar con éxito, necesitamos ser considerados, respetuosos, comprensivos y empáticos. Estas características no solo hacen a nuestros niños mejores personas, sino que también hacen más fuertes a nuestras familias y comunidades.
Consejos para enseñar cooperación
Aquí hay algunas formas para enseñar a tu niño pequeño el arte de la cooperación.
Practicar tomar turnos y compartir
Tomar turnos es una gran manera de plantar la semilla de la cooperación en la primera infancia. Bebés de tan solo 6 meses pueden empezar a aprender el ritmo de las interacciones de ida y vuelta. Puedes practicar el tomar turnos y compartir con tu bebé de varias maneras. Nuestras actividades de BabySparks como «Tu turno, mi turno», «Dar y tomar» y «Trabajo en equipo» son formas divertidas de trabajar en estas habilidades.
Resolver problemas juntos
Cuando te enfrentes a un pequeño dilema, trae a tu niño pequeño a la conversación para intentar resolver el problema juntos. Por ejemplo, tu niño quiere salir a jugar, pero hace demasiado frío. En lugar de decir simplemente: «Hace demasiado frío para jugar afuera», dile que es un problema que debe resolverse. «Sería divertido jugar afuera, pero no podemos salir, ¡hace tanto frío! ¿Qué se puede jugar aquí adentro?»
Discute las razones de las reglas familiares
Entender por qué tenemos reglas es una parte esencial del aprendizaje de la cooperación. Si una de las reglas de tu familia es recoger los juguetes antes de la cena, puedes explicarlo: «Si alguien se tropieza y se cae sobre tu juguete, ¡puede salir herido! No queremos que nadie se lastime, ¿verdad? Por eso recogemos nuestros juguetes». Hacer esa conexión puede ayudar a tu niño a empezar a entender que hay consecuencias cuando no seguimos las reglas. Recuérdale que esas reglas están para beneficiar a toda la familia.
Ofrece un elogio claro
Cuando veas a tu niño pequeño mostrando signos de cooperación, ofrécele elogios que le ayuden a entender los beneficios de su comportamiento. «¡Muchas gracias por ayudarme a recoger tus juguetes! Cuando lo hacemos juntos se hace más rápido, así que ahora tenemos tiempo para ir al parque».
Crea oportunidades para cooperar
Busca diferentes formas de incorporar lecciones de cooperación a lo largo del día. Cuando estés cocinando, puedes pedirle a tu niño que te ayude a mezclar los ingredientes en un tazón o a lavar la lechuga. Cuando te preparas para una actividad, puedes pedirle que te ayude a reunir suministros. Asegúrate de señalar los beneficios de la cooperación: «Es mucho más fácil cuando hacemos esto juntos».
Planea un proyecto familiar
Algo tan simple como armar un rompecabezas puede ayudar a los niños a entender la cooperación. Intenta planear un proyecto que implique que cada uno tenga su propia tarea individual, ¡incluso tu niño! Puedes sembrar flores en el jardín, lavar el auto juntos o cocinar una comida familiar, la idea es que el niño sea capaz de ver cómo cada tarea se complementa para terminar un proyecto. Luego, discute lo genial que es cuando todos colaboran para que sea un éxito.
La cooperación es lo que nos mantiene unidos. Los niños se inclinarán naturalmente hacia las tareas de cooperación cuanto más sean testigos de sus maravillosos beneficios. Aunque el aprendizaje de la cooperación requiere tiempo y práctica, tu niño pequeño comprenderá constantemente lo bien que se siente ser parte de un equipo.